La quiebra de Martinsa Fadesa, que en su momento fue considerada la mayor caída de una empresa inmobiliaria y todo un símbolo del estallido de la burbuja, tuvo un efecto directo en el paisaje de Fuerteventura: la urbanización Atalaya Dorada, a menos de 400 metros del Parque Natural de las Dunas de Corralejo, quedó sin terminar. Ahora salen a subasta bungalós desde 2.500 euros pero con remotas posibilidades de legalizarse.
El chollo no lo es tanto. Los bungalós se levantaron dentro de la urbanización Atalaya Dorada, que estaba diseñada para contar con campo de golf, área comercial y parcelas hoteleras, pero que no se ha terminado, lo que impide que las viviendas tengan cédula de habitabilidad.
El plan parcial fue aprobado de forma definitiva en junio de 1996, el proyecto de urbanización en junio de 2001 y el de reparcelación al mes siguiente. Las obras de una promoción de 236 bungalós comenzaron en febrero de 2004 y finalizaron en junio de 2006. Dentro de esa promoción se encuentran los 57 que ahora salen a subasta con precios que oscilan entre los 2.500 y los 3.000 euros de partida.
En su folleto sobre la subasta, Martinsa Fadesa añade que en enero de 2005 se comienza la ejecución de la obra de 25 villas aisladas y 28 villas adosadas, que terminó en octubre de 2006. Sin embargo, no fue hasta 2009 que comienzan las obras de urbanización.
“Cabe mencionar que parte de la urbanización ejecutada no se corresponde con el proyecto de urbanización aprobado, por lo que se entiende que actualmente esa zona sería no recepcionable”, admite la inmobiliaria, que protagonizó en 2008 el mayor concurso de acreedores hasta entonces, con una deuda de 7.000 millones de euros.
Al no estar recepcionada la urbanización por el Ayuntamiento de La Oliva, ni poder serlo al no estar completadas las obras ni contar con los servicios básicos, el Consistorio no se ocuparía en ningún caso, por ejemplo, de recoger la basura, hacer frente a reparaciones en las calles o del alumbrado público.
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