El conductor identificado como A.M.M se enfrenta a una pena de seis meses de prisión y retirada del permiso de conducir durante un año, como autor de un delito de conducción temeraria.
Por su parte, el joven que sacó el cuerpo del coche para filmar, de iniciales, N.F.P, tendrá que responder administrativamente y podría ser multado, pero la acción no es considerada como delito.
La resolución judicial se produce tras la celebración de un juicio rápido, después de que la Guardia Civil identificara a los autores de una imprudencia cometida en un coche de alquiler mientras circulaban por la carretera de las Dunas de Corralejo (FV-104), a la altura del kilómetro 12, sentido Corralejo (La Oliva), y cuyo pasajero del asiento trasero derecho abre sin pudor la puerta y asoma su cuerpo por fuera del turismo grabando con un teléfono móvil el idílico paisaje.
La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil comenzó las gestiones policiales oportunas al objeto de localizar a los ocupantes del mismo por un delito contra la seguridad vial.
Los agentes del Destacamento de Tráfico de Puerto del Rosario comprobaron que el vídeo viral que alertó a los agentes fue grabado a las 16:50 horas del pasado día 15 de abril.
Gestiones posteriores permitieron identificar los cuatro ocupantes del citado vehículo en el día de ayer, a la altura del km. 3,5 de la carretera FV-2, en el acceso al aeropuerto de Fuerteventura, cuando se disponían a repostar el vehículo que conducían en ese momento, que no era el utilizado en el momento del vídeo, ya que fue cambiado en la oficina de rent a car el día 16.
Una vez identificados los ocupantes se procede a investigar a quién manifestó ser el conductor del vehículo en ese momento, varón de iniciales A.M.M. como presunto autor de un delito de contra la seguridad vial por conducción temeraria, cuya condena es de seis meses de prisión y retirada del carné durante doce meses. También se denuncia administrativamente al ocupante del asiento trasero, otro varón de iniciales N.F.P. por no hacer uso del cinturón de seguridad y abrir la puerta, el cual se enfrenta a una sanción fuera de tipificarse como delito.