Miembros de la Benemérita han trasladado a Fuerteventura Hoy su preocupación ante las medidas tomadas por las autoridades judiciales en la isla, que podrían poner aún más en riesgo a un colectivo ya de por sí muy expuesto al peligro de contagio por la Covid-19.
Los juzgados permanecen cerrados solo con el personal necesario en su interior y los detenidos van a juicio por videoconferencia desde dependencias de la Guardia Civil.
«El propósito es evitar el contagio del personal que trabaja en los juzgados. Esto presenta una serie de inconvenientes: no hay calabozos suficientes y no hay dependencias habilitadas para este fin con las medidas de higiene necesarias. Además, los abogados, para no entrar en las dependencias, se entrevistan con los detenidos en la calle. Incluso las víctimas también declaran en las mismas instalaciones».
Esta circunstancia provoca que la preocupación se haya instalado entre los agentes que ven que al riesgo inherente por su trabajo, se añade que detenidos y víctimas deben pasar por unas instalaciones reducidas y con la posibilidad de que la carga vírica aumente y se produzcan contagios innecesarios.