El equipo ‘playero’ hizo valer el marcador de la ida (2-1) y se llevó la Copa al mantener su portería a cero en el Benito Alonso de La Pared. El partido fue aburrido, con pocas ocasiones de gol y muchisimas tarjetas, 14 amarillas y una roja. El `Benito Alonso registró una entrada como en sus mejores tiempos, cerca de 400 espectadores se dieron cita en una noche bastante frìa, con muchos aficionados de Las Playitas en la grada.
El Chilegua pudo anotar a los 10 minutos de comenzar el choque, una internada por la derecha de Prince con pase al corazón del área es rematado por Néstor con poco acierto cuando lo tenía todo a su favor. Las Playitas respondió con un zapatazo de su medio centro que repelió el larguero en el minuto 20 de partido. El balón no tenía dueño pero fue nuevamente el equipo local el que dispuso de una clara ocasión de gol en el 28, cuando un remate de Néstor lo saca Zeben bajo palos.
El partido no tenía rítmo y los minutos se consumían sin que ocurriese nada, no parecía un partido de Copa. Los locales no encontraban a los hombres de arriba, Prince en banda derecha, Carlos en punta, y Néstor escorado a la banda izquierda, y la defensa de Las Playitas actuaba con cierta comodidad. Los visitantes jugaban con el resultado favorable de la ida e hicieron su partido. Todo quedaba pendiente de la segunda mitad, había mucho tiempo por delante y podían ocurrir muchas cosas todavía.
Pero desgraciadamente no ocurrió nada nuevo en la segunda mitad y los espectadores se aburrieron, solo les mantenía en vilo un posible gol de alguno de los contendientes para agitar el encuentro, lo necesitaba el partido, pero no sucedió. En la segunda mitad el técnico local puso sobre el césped toda la artillería disponible pero ni con esas, los locales no llegaban con peligro a los dominios de Sala. Ya estaban sobre el verde Pepe y Alexander y se esperaba algo más. Quiso el Chilegua a base de arreones acercarse pero no fue capaz de materializar alguna de las ocasiones que dispuso en la segunda mitad.
Las Playitas no se acercó en la segunda parte por los dominios de Juan, al equipo de Octavio Cubas le bastó con mantener el orden en defensa y tirar de oficio, para desbaratar los tímidos ataques locales. Perdidas de tiempo, jugadores con calambres por el suelo…fútbol. La segunda mitad no se jugó. Para impedirlo estaba el colegiado, pero la autoridad no se demuestra con tarjetas y hoy a Víctor Rodriguez se le fue la mano. Un partido que discurrió por los cauces de la deportividad acabó con 14 amarillas y 1 roja. Todo suma, hay que hacer caja después de las Navidades porque la Delegación está tiesa.
El encuentro finalizó con el cero a cero inicial y con un descuento de 11 minutos por los cambios efectuados y por las interrupciones a lo largo de la segunda mitad. La nota discordante final la puso el delegado invisible del fútbol majorero. El hombre no está acostumbrado a entregar trofeos el día de la final y metió la ‘gamba’. Finaliza el encuentro y se va con el alcalde de Pájara al otro lado del campo ante las miradas atónitas de los allí presentes, que esperaban la entrega del trofeo en la única tribuna del campo, donde estaban los seguidores de uno y otro equipo vaya. Espera más de 15 minutos y con el campo ya sin aficionados entrega el trofeo, un auténtico esperpento, lo nunca visto, ver para creer. Los aficionados de Las Playitas esperaban poder hacerse la foto con sus jugadores y la Copa… pero no los dejaron.