Costó pero se ha logrado el mejor pacto para la estabilidad y el gobierno de las instituciones de Fuerteventura. Así lo destacaron este miércoles, la presidenta electa del Cabildo de Fuerteventura, Lola García, y el secretario general insular de AM-CC, Mario Cabrera, en una entrevista en el programa La Voz de Fuerteventura, en Radio Insular, donde dieron cuenta de las razones que motivaron el cambio en las negociaciones iniciadas con el Partido Popular y la apuesta definitiva por el Partido Socialista en un pacto presentado este martes de forma oficial.
Cabrera aseguró que el presidente insular del PP, Fernando Enseñat, “quiso cambiar las reglas y asumir la Alcaldía de Puerto en base al apoyo de los populares en el Cabildo, cuando en ambas corporaciones fuimos la lista más votada”, recalcó. De forma paralela, a sabiendas de las complicaciones que podrían darse, especialmente en las corporaciones locales de La Oliva y Tuineje, se apostó por no tener pactos en cascada por lo que tanto Pilar González como Esther Hernández “podría haber acordado con otras fuerzas”.
Sin embargo, los nacionalistas aseguraron tener pruebas de una “traición bien trazada” y aseveraron haber recibido “amenazas” para no apoyar a Lola García en el Cabildo “con dos consejeras que estaban fuera de la obediencia del partido”. En esta tesitura, “estábamos abocados a nueva moción de censura si pactábamos con el PP”.
Equilibrio perfecto
A partir de ahí, se iniciaron las conversaciones con el Partido Socialista.
Tal y como reconoce la presidenta electa, “fue duro pactar con Blas Acosta” que hace cuatro años impulsó la moción de censura que la desbancó de la Presidencia del Cabildo.
Pero, tras valorar la situación y determinar que el Partido Socialista “es un partido serio” y de que era la mejor opción para determinar la estabilidad de las instituciones, “nos sentamos a negociar y me sorprendió la celeridad con la que fuimos tomando decisiones y repartiendo áreas”, reconoció la nacionalista.
Para García, la buena sintonía hace prever una legislatura centrada en la gestión ya que ha habido “un equilibro perfecto en el reparto de áreas, los dos partidos nos sentimos cómodos”.
Los nacionalistas serán responsables en ámbitos como Hacienda, Ordenación del Territorio, Transporte, Agua o Cultura, entre otros. Mientras que Turismo, Obras Públicas o Coordinación Municipal recaerán en los consejeros socialistas. Un reparto “generoso” y beneficioso para ambas partes, subrayaba Cabrera.
Ayuntamientos, Cabildo y Gobierno «en línea»
De cara al gobierno insular, que podría constituirse el próximo 23 de junio, priorizará la revisión de los acuerdos adoptados por Lloret y Cabrera, así como dar respuesta a temas prioritarios como el agua, la vivienda o la sanidad. Para ello, será determinante, apuntaron, “aprovechar que vamos a estar en línea los ayuntamientos, el Cabildo y el Gobierno de Canarias”.
Hay que aprovechar los recursos económicos “que los hay, porque en esta legislatura lo que ha faltado es la gestión”.
En relación al modelo de desarrollo socioeconómico de Fuerteventura y la controversia generada en la Isla por el proyecto Dreamland, donde ambas formaciones mantuvieron posturas enfrentadas, los nacionalistas aseguran “que este tipo de políticas se decidirá entre ambas formaciones” y tomaron como base el proyecto de PIOF que se elaboró en la legislatura 2015-2019 durante el gobierno de Mario Cabrera y Blas Acosta.
Es la línea a seguir, recalcó el nacionalista, para definir el futuro desarrollo de la Isla desde una base de máximo consenso.
